Uno de los nuevos datos surgidos es que los secuestradores, quienes son intensamente buscados por la Policía de Investigaciones, querían que el depósito de 50 millones de pesos se realizara en Bolivia.
Sin embargo la familia no aceptó ya que no había seguridad en el trato que siempre se realizó entre los captores y los familiares de la víctima. Nunca intervino la policía.
Al no reunir lograr el dinero, la banda de secuestradores cumplió su palabra y asesinó al comerciante de varias heridas cortopunzantes, y cuyo cuerpo fue encontrado el pasado sábado en un terreno cercano a la vivienda donde estuvo retenido en la comuna de Alto Hospicio.
Dicho antecedente fue confirmado por el propio alcalde de Iquique, Mauricio Soria, quien en declaraciones a Mega señaló que “lo último de las noticias de hoy en la mañana es que las personas estaban cobrando, la extorsión, que se depositara en Bolivia”.
El fiscal jefe de la región de Tarapacá no escondió su asombro por la gravedad del hecho. “Debemos prepararnos para una criminalidad distinta. Para eso necesitamos apoyo tecnológico, necesitamos capacitación tanto a la Fiscalía como a la Policía. Este es un hecho único hasta el momento”.
“Esto no ha ocurrido con anterioridad, pero debiera ser una advertencia para nosotros de que tenemos que tomar como autoridades, como las policías, el gobierno”, puntualizó.
A esas palabras también se sumó el jefe comunal: “La debilidad de nuestra frontera da paso al crimen organizado fronterizo. Y como tenemos un descontrol total en la región, finalmente esto es un detonante, o facilita los delitos”, dijo.